miércoles, 18 de mayo de 2011

ESTRATEGIAS PARA EL CUIDADO DEL MEDIO AMBIENTE

1.- ¿Como podemos ayudar desde nuestra propia casa?
Las viviendas y oficinas acaparan el 60% del consumo de materiales y de energía y el 50% de los residuos y contaminación que se genera en todo el planeta. Ante la actual crisis energética, cada vez son más los arquitectos que apuestan por la sostenibilidad al ejecutar sus proyectos.
Es por eso que tienen en cuenta pequeños detalles que serviran para producir un ahorro importante de energía. estos son:
  • En cualquier construcción se debe elegir una orientación norte-sur. En la fachada norte, la más fría, se harán ventanas más pequeñas para reducir la pérdida de calor en invierno, y al sur, por el contrario, serán mayores para permitir la entrada del sol. Por esta razón, las estancias más utilizadas, como el salón, el comedor o la cocina, deben disponerse al sur y las que menos se pisen, en el lado norte de la casa.
  • Doble acristalamiento con cámara de aire en todas las ventanas.
  • Se deberán integrar en la casa electrodomésticos y aparatos de bajo consumo energético, como así también equipos de iluminación eficientes
  • Si hiela, habrá que potenciar los sistemas de calefacción y evitar los grandes ventanales. Si predomina el calor seco, hay que evitar la incidencia directa del sol en verano.
  • Si se esta en una zona de lluvias, habrá que tener en cuenta la necesidad de una mayor ventilación en el hogar para evitar la condensación de vapor.
En fin, todo influye para que su casa sea respetuosa con el medio ambiente.

2.- Per cápita, los habitantes de nuestro país producen más emisiones de gases tóxicos que los pobladores de China, India, Brasil o Uruguay. Esta situación es consecuencia de varios factores. Entre ellos, hay que considerar que la actividad agropecuaria produce el 44% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la Argentina. En esta materia, los expertos del INTA trabajan para desarrollar estrategias de alimentación y reproducción del ganado que disminuyan la emisión de gases. Por otra parte, existen hábitos de consumo que desatienden su impacto ambiental. En este campo es necesario que se focalicen estrategias de concientización y se desarrollen alternativas a las fuentes energéticas no renovables y contaminantes.

En numerosos hogares urbanos hay derroche de gas y de electricidad. Es necesario que se intervenga en los hábitos de consumo para que se tome conciencia de las implicancias ecológicas del uso abusivo de recursos escasos. Por ejemplo, en Australia se dispuso restringir el uso de las lámparas incandescentes, sustituyéndolas por las de bajo consumo. Entre nosotros por lo menos debería estimularse el cambio. Una iniciativa de interés es el proyecto para promover el canje de heladeras. Este trataría de cambiar, en el plazo de tres años, dos millones de heladeras. Se facilitaría la adquisición de heladeras de bajo consumo, lo cual implicaría un considerable ahorro de energía eléctrica.

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