miércoles, 13 de abril de 2011

NOCION DE CRECIMIENTO Y DESARROLLO

Un objetivo de la actividad económica es la satisfacción de necesidades. Por eso, decimos que al realizar la actividad económica, se lleva a cabo un proceso de trabajo, en el cual el ser humano entra en contacto con la naturaleza. Podemos decir que ese proceso ha ocurrido desde el surgimiento mismo de la humanidad como especie.  Imaginemos al mono-casi-hombre o al hombre-casi-mono, colgado de un árbol, tratando de alcanzar un fruto, sacudiendo alguna rama. Pensemos que en el siguiente momento, el tipo se desploma porque la rama estaba seca. En el suelo y lleno de coraje, empieza a dar brincos maldiciendo al árbol y golpeandolo con la rama seca a la que, inconciente e instintivamente, todavía está aferrado. Con uno de esos movimientos, accidentalmente golpea el fruto que trataba de alcanzar y este cae sobre su cabeza, como si el árbol hubiera cedido ante la presión del maltrato y los golpes, o tal vez como si se hubiera compadecido del pobre tipo.
En ese momento, este antepasado nuestro habría realizado un gran descubrimiento. Estaría dándose cuenta de que para satisfacer su hambre, puede auxiliarse de algunos instrumentos, los cuales pueden ser tomados del medio que lo rodea. En el ejemplo que hemos introducido, el cual tiene mucho de fantasía, el individuo se estaría dando cuenta de que puede “alargar su brazo”, en una distancia igual a la longitud de la rama. Un descubrimiento de esta magnitud, llevaría al mismo individuo y a otros de su colectividad a buscar “auxiliares” para satisfacer sus necesidades, y esto lo haría observando con cuidado el medio circundante.
Es muy probable, que la humanidad haya pasado por este tipo de procesos. Es posible también que al buscar y rebuscar, haya comprendido que no siempre la naturaleza le proporcionaría de manera generosa herramientas o instrumentos para auxiliarse en sus tareas, sino que deberían fabricarse o construirse a partir de la experiencia acumulada en etapas anteriores de la especie. Así, los recursos del medio tendrían que ser transformados, con ayuda de la capacidad de razonar que es inherente al ser humano.
Con la misma lógica, podemos decir hoy, que Internet es una vía para “alargar la distancia a la que podemos ver”, pues con ayuda de ese instrumento es posible “ser testigos” de lo que está ocurriendo en otro continente e incluso podemos interactuar con personas de distantes lugares. Por supuesto, que la complejidad tecnológica de una computadora es enormemente mayor que la de una rama seca utilizada para “bajar” frutos de los árboles. Pero también es cierto, que el hombre primitivo no disponía de los conocimientos que se han acumulado a lo largo de la historia hasta llegar a nuestra generación.
La más importante lección de estos ejemplos, es que aún en la más primitiva actividad económica, además de la búsqueda de satisfactores para sus necesidades, el ser humano conoce mejor a su medio, descubre y desentraña los misterios de la naturaleza. En base a esto diseña y fabrica instrumentos y herramientas cada vez más sofisticados que le auxilian en sus actividades. Esto es lo que conocemos como avances de la Ciencia y la Tecnología.

INSTRUMENTOS ECONOMICOS

Las ventajas de los instrumentos económicos son varias: el costo efectividad que permite alcanzar objetivos de manera menos costosa, al igualar el cargo o impuesto con los costos marginales de abatimiento; el ajuste automático, los niveles de emisión se ajustan automáticamente al impuesto o precio fijados; contienen intrínseco el principio ‘el que contamina paga’, de tal manera que los contaminadores se hagan cargo del daño ambiental que generan; reditúan en beneficios ambientales y económicos (doble dividendo), pues los ingresos se pueden utilizar para la conservación o mantenimiento de los recursos naturales, al mismo tiempo que modifican conductas que deterioran el ambiente, y; permiten integrar los aspectos ambientales en políticas sectoriales (Barde y Braathen, 2002; 62 y 63).
La política ambiental en nuestro país se ha sostenido en mayor proporción en los instrumentos de carácter normativo, también conocidos como “de comando y control”; la distinción entre normativos y económicos radica en que los segundos ofrecen un potencial recaudatorio, el cual puede tener un destino extra presupuestal. Si consideramos que los impuestos ambientales gravan determinadas actividades que impactan negativamente el ambiente. Entonces, se podría pensar que los recursos recaudados con motivo de esas actividades deberían tener ese “destino” o fin, con objetivos a corto, mediano y largo plazo. En el corto plazo se persigue disminuir el consumo o utilización de los bienes o servicios que causan mayor daño al ambiente; en el mediano y largo plazo se fomenta el cambio a tecnologías limpias, que posibiliten el crecimiento económico y al mismo tiempo reduzcan el deterioro ambiental.
Podemos resumir que los instrumentos económicos son tanto normativos como administrativos. Comprenden una gama amplia de figuras legales como: tarifas ambientales, impuestos ecológicos, subvenciones, derechos, licencias negociables, flexibilización normativa, depósitos reembolsables y pago de derechos para el uso y aprovechamiento de recursos naturales (casi siempre de acceso abierto). En éste último caso las modalidades de aplicación parten de diversas estrategias, según se trate de incentivar o inhibir determinadas conductas. primero, la dificultad técnica de determinar con certeza los costos del desarrollo de las actividades; el segundo, tiene que ver con los costes sociales o políticos de imponer una nueva carga o tributación fiscal. Por estas razones, es importante que la carga, derecho o impuesto, se fijen en un nivel adecuado. Tanto para alcanzar los objetivos ambientales, como para modificar las conductas; un impuesto demasiado bajo de su costo real no ayudará a corregir la distorsión de las fallas del mercado (externalidades negativas), mientras que uno demasiado alto sustituirá una distorsión por otra. Los criterios que pueden guiar la creación de figuras tributarias son la eficacia ambiental, la eficiencia económica, la incidencia distributiva y la viabilidad práctica para su implementación, operación y seguimiento. La aplicación adecuada de los instrumentos económicos presupone la existencia de mercados que funcionan razonablemente bien y la presencia de precios no distorsionados por subsidios.

NORMATIVIDAD AMBIENTAL

Normatividad ambiental de desarrollo sustentable

La expedición de normas constituye, sin duda, uno de los pilares de la política ecológica. Giner revisa el proceso normativo de los últimos años y presenta algunas consideraciones sobre el mismo. Muchas de las soluciones que se imponen a través de la normatividad ambiental son al final del tubo o de carácter paliativo. Sólo las inversiones en tecnologías limpias atacan la raíz del problema con una perspectiva de largo plazo. Sin duda, el poder promover este tipo de tecnologías será una manera de lograr mejores resultados a futuro, pero, al mismo tiempo, es necesario buscar nuevos caminos regulatorios. La Ley Federal sobre Metrología y Normalización modernizó y perfeccionó el esquema normativo de México. El proceso de elaboración de normas en materia ambiental contempla la necesidad de desarrollar rigurosos estudios técnicos y de análisis costo/beneficio. Además contempla la participación de diferentes sectores de la sociedad (universidades, el sector público y el privado) en el Comité Consultivo Nacional y la participación ciudadana directa. Este año se ha aumentado considerablemente la participación de sectores no- gubernamentales en el Comité, y se han fortalecido los grupos de trabajo y los Subcomités. La normatividad ambiental mexicana ha tenido un desarrollo bastante acelerado a partir 1988. Desde 1993 muchas normas técnicas mexicanas se transformaron, tras una revisión especializada y un análisis costo/beneficio serio, en Normas Oficiales Mexicanas. A la fecha hay 79 Normas Oficiales publicadas, y se encuentran en proceso de elaboración 64, de las cuales cinco son revisiones. Las 79 publicadas nos colocan a la cabeza de América Latina y superan los esfuerzos de normalización de muchos otros países. Lo anterior muestra el considerable avance que hay en materia normativa en nuestro país, reflejo de un esfuerzo concertado por fijar metas de calidad ambiental. Sin embargo, hay considerables lagunas por llenar y algunos traslapes, ya que parte de las normas se han desarrollado en respuesta a demandas puntuales y presiones, sin tener detrás un ejercicio de priorización ni de análisis de efectividad y costo. Esto ha conformado un cuerpo normativo que a menudo contempla estándares diferenciados por industria para un mismo medio y un mismo contaminante, y que sin ser laxa no siempre refleja metas de calidad ambiental. Así, el número de normas que se ha desarrollado no refleja al grado que sería deseable la existencia de un cuerpo normativo coherente ni suficiente, aunque entre ellas hay un número importante que son adecuadas. Cabe destacar, dentro de las normas recientemente publicadas, la NOM-085 en materia de prevención de la contaminación atmosférica, que contempla parámetros diferenciados por región, tamaño de fuente, burbujas regionales y lapsos de aplicación sujetos a la posibilidad de cumplimiento. Además, tiene la virtud de incorporar explícitamente un instrumento económico, el mercado de derechos de emisión de contaminantes, que puede permitir a la ciudadanía o a las autoridades “comprar” una mejor calidad de aire a través de competir con las empresas en el mercado secundario de derechos. Como toda innovación radical ha sido sujeto de múltiples críticas y es, sin duda, perfectible, pero marca un hito importante en el proceso de normalización. Se ha revisado también este año, la norma que establece el listado de residuos peligrosos, analizando los criterios de definición de este tipo de residuos, lo que agilizará sustantivamente su manejo, sin inducir a mayor riesgo. En materia de agua tenemos una gran diversidad de normas que a menudo establecen parámetros diferenciados para un mismo cuerpo receptor, que podrían resumirse y adecuarse en su aplicación temporal para constituir un sistema coherente y mucho más sencillo. En materia de procesos productivos agropecuarios y de utilización de recursos naturales hay un reducido grupo de normas. Esta laguna es particularmente grave ya que los impactos ambientales en estos ámbitos pueden alcanzar dimensiones alarmantes y son frecuentemente irreversibles. La normatividad tiene límites como instrumento de regulación ambiental. Muchas de las metas deseables son imposibles con la tecnología disponible. Adicionalmente cabe siempre considerar que si nuestro objetivo es la calidad ambiental pueden existir otros instrumentos de regulación que nos lleven, por sí mismos o en combinación con las normas, a alcanzar niveles más altos en plazos más breves y a menor costo.La incorporación de instrumentos económicos en las normas, o el complementarlas con ellos, puede ser un mecanismo para acercarnos a un desarrollo sustentable más rápidamente y mejor que la normatividad por sí sola. La normatividad expresa, por una parte, la voluntad de calidad ambiental pero, a la vez, impone parámetros que a menudo no son considerados convenientes por los afectados. Esto lleva a la necesidad de control y vigilancia, con costos administrativos, económicos y sociales muchas veces excesivos. Si las normas incorporan instrumentos que induzcan su cumplimiento, apelando al interés de los agentes, la necesidad de vigilar y controlar disminuye. Esto, que es deseable en cualquier circunstancia y lugar, es particularmente importante hoy en nuestro país. Coordinar las normas de emisión a la atmósfera, de descargas al agua y de manejo de residuos sólidos, inducirá a conductas que minimicen el uso de recursos y la contaminación de una manera mucho más directa que estableciendo normas independientes para cada medio. Es preferible una normatividad gradualista que se pueda cumplir y que plantee exigencias claras, definidas, que una normatividad estricta desde el principio que no se pueda cumplir. Se debe atender el impacto total sobre el ambiente, con estándares diferentes por región, según el impacto marginal sobre el ecosistema particular. Podemos buscar estándares muy estrictos en zonas actualmente críticas, a la vez que damos tiempo a que otras zonas los alcancen paulatinamente. Lo mismo se aplica a tamaños de empresas, pudiendo ser, en general, más estrictos -en el corto plazo- con los grandes generadores que con los pequeños. Las normas deben ser lo más sencillas de cumplir y controlar, y en el largo plazo iguales para todos los agentes afectados, para no dar ventajas a alguno de ellos. Se debe prestar especial atención a ramas prioritarias, a través del diseño de un sistema de regulación de ramas de actividad económica específicas, enmarcado en metas generales de largo plazo. Este esquema regulatorio depende en gran medida de la normatividad, pero debe complementarse con esquemas de autoregulación y con instrumentos económicos para aumentar su efectividad. Es imprescindible atender las lagunas existentes y complementar la normatividad con otros instrumentos de regulación, buscando siempre las rutas que garanticen el mínimo costo social para alcanzar metas de corto, mediano y largo plazo. Deben, también, desarrollarse métodos alternativos de medición que sean aplicables a bajo costo, de manera que las empresas de escasos recursos puedan determinar si cumplen o no con la norma establecida. Por último, quisiera recalcar que el esfuerzo de normalización debe orientarse al desarrollo de tecnologías limpias, que es una de las vías disponibles para lograr un desarrollo sustentable. Por ello, se debe ofrecer certidumbre que permita planeación a largo plazo y que genere las condiciones para el desarrollo de un mercado vigoroso de tecnologías ambientales. primero, la dificultad técnica de determinar con certeza los costos del desarrollo de las actividades; el segundo, tiene que ver con los costes sociales o políticos de imponer una nueva carga o tributación fiscal. Por estas razones, es importante que la carga, derecho o impuesto, se fijen en un nivel adecuado. Tanto para alcanzar los objetivos ambientales, como para modificar las conductas; un impuesto demasiado bajo de su costo real no ayudará a corregir la distorsión de las fallas del mercado (externalidades negativas), mientras que uno demasiado alto sustituirá una distorsión por otra. Los criterios que pueden guiar la creación de figuras tributarias son la eficacia ambiental, la eficiencia económica, la incidencia distributiva y la viabilidad práctica para su implementación, operación y seguimiento. La aplicación adecuada de los instrumentos económicos presupone la existencia de mercados que funcionan razonablemente bien y la presencia de precios no distorsionados por subsidios.

lunes, 4 de abril de 2011

Enfoque Tecnologico Del Desarrollo Sustentable



Existen varios ejemplos que ilustran la preocupación por la sustentabilidad del desarrollo: Evaluación de los impactos que provocan estilos de desarrollo en el bienestar de las generaciones futuras Reconocimiento del rol decisivo que desempeña el capital o el patrimonio natural, mientras provee beneficios a la sociedad.
El concepto de sustentabilidad proviene de las ciencias biológicas, la forma de evaluar la conservación o depredación de un recurso consiste en incorporar criterios de trabajo a los patrones y características naturales de un recurso.
Los fenómenos exógenos son aquellos que operan al margen de lso criterios de trabajo como los programas de protección de los bosques, di cierre d áreas de pastoreo y protección de esos recursos.
El enfoque de sustentabilidad se hace más complejo, ya que se suman criterios de trabajo que inciden en el manejo y uso de los recursos como participación ciudadana, políticas y de instituciones.
Ciertos proyectos de inversión tienden a desaparecer antes de que termine la vida útil que se previó al diseñarlos.
La sustentabilidad se analiza a nivel macro, ya que depende de factores sectoriales y macroeconómicos, por eso que la carga de deuda externa contribuye a que sea menor el apoyo a los programas ambientales de largo plazo, en razón de la escasez de recursos fiscales.
La sustentabilidad requiere un equilibrio dinámico entre todas las formas de capital o acervos que participan en el esfuerzo del desarrollo económico y social de los países, para que la tasa de uso del capital no exceda su propia tasa de reproducción.
La sustentabilidad ambiental depende de los sistemas de asignación de derechos de propiedad y tenencia de los incentivos económicos y sociales, del manejo de la economía y de los recursos, del rol del Estado, empresas y comunidades de distinto tipo y las personas.
En América se encuentra una transformación productiva que aumenta la participación de la sociedad a través de un ambiente más democrático que buscan explotar recursos naturales y así mejorar los niveles y condiciones de vida. No se puede mejorar la calidad de vida de la población a costa de su nivel de vida, es por eso que el capital natural es fundamental para lograr la transformación productiva con equidad.
Los procesos de desarrollo afectan la calidad del medio ambiente como la contaminación del agua y del aire ya que disminuyen la capacidad de los ecosistemas para entregar a la comunidad bienes y servicios Las políticas económicas no son neutrales con referencia a los recursos naturales, el avance tecnológico dinamiza las economías con el fin de reducir los efectos negativos y cambiarlos a positivos para el capital natural.
La base del desarrollo sustentable la constituyen estructura de incentivos, legislación, gestión y organización de actividades productivas.
La conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio ambiente y desarrollo principalmente se sustenta en la incorporación del progreso técnico con miras a lograr recientes niveles de productividad. En 1971 hubo una reunión con los expertos sobre el Desarrollo y el medio, donde se preparó un documento sobre el estado del medio ambiente humano y natural.
Algunos de los aspectos tratados con detalle fue la relación entre desarrollo y medio ambiente, comercio internacional, surgimiento de normas ambientales.
Se destacó que las consideraciones ambientales podrían beneficiar a ciertas regiones del mundo, según la relación entre capital natural y productos sintéticos y el grado de influencia del capital extranjero.
En el tema de recursos energéticos, gestión racional del agua y recursos minerales se dieron a conocer efectos negativos de la contaminación como resultado de procesos productivos o políticas inadecuadas sobre tratamiento y eliminación de desechos.

TECNOLOGIA Y PRODUCCION LIMPIAS.
La tecnología y producción limpias consiste en producir productos o servicios de una forma menos contaminante o sin contaminar el ambiente.
Los procesos de Producción Limpia son la puesta en práctica del concepto de prevención, y se caracterizan por:
  • Utilizan sólo materias renovables y reutilizables.
  • Utilizan eficientemente la energía, el agua, el suelo y otras materias primas.
  • No usan ni elaboran compuestos químicos tóxicos, evitando así la generación de residuos tóxicos.
Siempre se empieza cuestionando si un producto o servicio cumple una función o necesidad social importante, y en toda las fases de producción se tienen en cuenta criterios de igualdad y justicia social en las comunidades en las que se extraen recursos se elaboran productos y se prestan servicios. La fuerza laboral y los residentes tienen una voz decisiva en los temas que afectan a su economía, salud, medio ambiente y cultura. Se trata, en definitiva de crear canales eficaces para la participación ciudadana en la toma de decisiones.
Los productos son “limpios”:
  • no tóxicos y no contaminados por residuos químicos
  • energéticamente eficientes
  • fabricados de materiales renovables
  • duraderos y reutilizables
  • fáciles de desmontar, reparar y reconstruir, hechos de piezas intercambiables con otras de productos similares
  • empaquetados mínima y apropiadamente para su distribución, usando materiales reciclados y reciclables
  • diseñados para ser reintroducidos en los sistemas de producción o en la naturaleza una vez finalizada su vida útil
Para los organoclorados como para otros muchos otros compuestos químicos peligrosos de uso corriente, la solución de la Producción Limpia es detener su producción, uso y vertido.

viernes, 25 de marzo de 2011

Ecoturismo Y Desarrollo Sustentable

                                             Ecoturismo Y Desarrollo Sustentable

Se dice que el “ecoturismo” es una modalidad del desarrollo sustentable, afirmación que, tomada a la ligera, produce confusión y desorienta aún más a quienes tanto en el ámbito académico como en el público y en el nivel de gestión, se encuentran relacionados con esta actividad. Así, al llamado “turismo de aventura” o “turismo de naturaleza” o “espeleoturismo”, o tantas otras modalidades de la actividad turística, se les considera como “ecoturismo” partiendo de la idea de que el realizar una actividad en contacto con la naturaleza, es suficiente justificación para añadirle el prefijo eco.
Lo primero que tendríamos que analizar es el concepto de desarrollo sustentable y luego el de ecoturismo, para comprender si el turismo sustentable existe y si el ecoturismo es una modalidad de este último.
Es indudable que el turismo tiene entre uno de sus objetivos primordiales el económico, además del ejercicio del tiempo libre como una forma de prestación social del siglo XX, pero el no tener claro que el desarrollo sustentable propone 1) una relación justa en la utilización de los recursos naturales, 2) un beneficio económico equitativamente distribuido y 3) la conservación de estos recursos como requisito para la misma conservación de la vida sobre el planeta Tierra, puede convertir tanto a la propuesta del “turismo sustentable” como a la del “ecoturismo” en nuevas formas de depredación y enriquecimiento de unos cuantos en perjuicio de los dueños originarios del capital natural. Y, en el mediano plazo, en una calidad de vida precaria para la especie humana.
Se dice que el “ecoturismo” es una modalidad del desarrollo sustentable, afirmación que, tomada a la ligera, produce confusión y desorienta aún más a quienes tanto en el ámbito académico como en el público y en el nivel de gestión, se encuentran relacionados con esta actividad. Así, al llamado “turismo de aventura” o “turismo de naturaleza” o “espeleoturismo”, o tantas otras modalidades de la actividad turística, se les considera como “ecoturismo” partiendo de la idea de que el realizar una actividad en contacto con la naturaleza, es suficiente justificación para añadirle el prefijo eco.
Lo primero que tendríamos que analizar es el concepto de desarrollo sustentable y luego el de ecoturismo, para comprender si el turismo sustentable existe y si el ecoturismo es una modalidad de este último.
Por lo que partiendo de la definición de desarrollo sustentable: “es el desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.”
(1) podríamos afirmar que éste es una estrategia para alcanzar un nivel aceptable de calidad de vida, lo cual es un concepto totalmente antropocéntrico. Ya que el desarrollo sólo se da como consecuencia de la acción de los seres humanos, y la sustentabilidad es una estrategia planteada por estos mismos para lograr un nivel de vida satisfactorio tanto para las generaciones presentes como para la futuras propiciando un equilibrio social y ecológico en las relaciones de producción.
Esta afirmación parte de la idea misma de que el desarrollo es la consecuencia de la forma en que el hombre se apropia de los recursos en la naturaleza, los transforma y los convierte en bienes o satisfactores que incorpora a su vida cotidiana. Y como es evidente, en todo este proceso los recursos naturales tienen un papel pasivo, de insumo con un valor económico que, mientras más escaso es el bien, más alto es su precio en el mercado. Como ejemplos claros podemos citar el petróleo como un recurso no renovable y el agua para consumo humano, cuyo volumen es reducido para la satisfacción de una demanda cada día en aumento.

Redes Educacion Ambiental Y Desarrollo Sustentable

Redes Educacion Ambiental Y Desarrollo Sustentable

Los Informes Meadows (1972; 1992) sobre “los límites del crecimiento”, el Informe Brundtland (1988) sobre “nuestro futuro común”, las Conferencias de los Organismos Internacionales sobre el medio ambiente y el desarrollo han posibilitado que en las últimas décadas del siglo XX haya emergido con fuerza un nuevo concepto con pretensiones de solucionar los graves problemas ecológicos y sociales que por diversas circunstancias (crecimiento económico mal planificado, desarrollo de la sociedad de consumo, impactos negativos sobre el medio, injusticia social …) han sumido a la civilización actual en una profunda crisis ecológica y social. El siglo XXI ha comenzado apostando abiertamente por un desarrollo sostenible(1promotor de una reconfiguración económica, social, -también necesariamente educativa- sobre la base de una nueva ética basada en la responsabilidad y en la solidaridad entre los seres humanos y entre éstos y el resto de la naturaleza, desde una óptica intra e intergeneracional, ampliando el sentido de “comunidad ética” como comunidad de intereses, al conjunto de seres vivos.
La crisis global del planeta causada por procesos de desarrollo que están siendo insostenibles ya no es una tesis mantenida por unas minorías; es una constatación compartida por científicos, políticos y grupos sociales; pero las complejas dimensiones que la configuran, en las que están involucradas estrategias de comportamiento humano y de organización social, son difíciles de formular desde una perspectiva unidimensional.
El desarrollo es un proceso que esta estrechamente relacionado con el cambio ambiental; no puede examinarse desde un punto de vista exclusivamente económico, sino también en relación con aspectos ecológicos, sociales y culturales. Cualquier concepción de desarrollo cuyas propuestas orienten la actividad económica y social hacia unos determinados objetivos ignorando el contexto ambiental del sistema social, lleva a corto o medio plazo a un proceso de deterioro del medio natural que incluso puede frustrar el logro de los objetivos socio-económicos. Las consideraciones de orden ambiental no pueden ser ignoradas a menos que el desarrollo se vea comprometido. Pero también una concepción estrictamente ecologista o ambientalista, que haga abstracción del sistema social, de sus conflictos, desigualdades y equilibrios, ocasiona un deterioro del medio ambiente, al no considerar los factores causales de orden social y económico que dan origen al desarrollo y al aplicar criterios de racionalidad ecológica ajenos a veces a los objetivos sociales.
El desarrollo sostenible es un concepto dinámico que requiere un conjunto de procesos de cambio en las relaciones entre los sistemas y procesos sociales, económicos y naturales propiciadores de una confluencia equilibradamente integrada entre el crecimiento económico, el progreso social, y el respeto por la diversidad biológica (Goodland, 1997), y la diversidad cultural. En los comienzos de este nuevo siglo parece que hay un amplio acuerdo en considerar que el desarrollo de una sociedad puede ser sostenible cuando pueda conservar los sistemas que hacen posible la vida y la biodiversidad, cuando pueda asegurar que el uso de los recursos renovables es menor que la capacidad del medio ambiente para renovarlos, cuando pueda minimizar la destrucción de los recursos no renovables y disponga de tecnología para sustituirlos; cuando pueda mantener la capacidad de transporte de los ecosistemas, y cuando pueda propiciar un equilibrio económico capaz de asegurar la justicia social (Moffat, I. 1996; Folch, R. 1999).
La sostenibilidad implica pues la búsqueda de una convergencia entre el crecimiento económico, la protección ambiental y el desarrollo social. Pero hace falta una voluntad política, una concienciación ciudadana y un compromiso social para iniciar una transición hacia formas más sostenibles del desarrollo. Para evaluar esa transición los Organismos e Instituciones internacionales tratan de construir un aparato teórico que fundamente la idea de la sostenibilidad del desarrollo a partir de análisis y experimentaciones contrastadas sobre su aplicación en contextos reales. La Comisión Europea ha evaluado un catálogo de los subsistemas que componen el desarrollo sostenible y la interacción existente entre las numerosas variables definidas para cada subsistema. Las Naciones Unidas promociona investigaciones tendentes a determinar los nuevos indicadores del desarrollo humano sostenible, teniendo en cuenta que la elección de los mismos no es un asunto exclusivamente técnico, sino una cuestión política que define el procedimiento en su determinación; lo cual influye en la formación de nociones sobre la propia forma de concebir la sostenibilidad y alerta sobre la importancia en la elección de los procedimientos de selección o definición de indicadores en base a procesos explícitos, abiertos y transparentes. Pero dado que la sostenibilidad tiene que ver con múltiples aspectos y variables de la realidad social, económica, ecológica y ética, es preciso determinar indicadores multivariados, fácilmente reconocibles como tales, fáciles de aplicar, y susceptibles de algún tipo de medida, que informen sobre el estado de desarrollo sostenible alcanzado en un momento dado en los diferentes ámbitos de interacción humana. El desarrollo no es reductible a un solo grupo de valores; es preciso combinar indicadores; esta información es de gran importancia en el ámbito político- social para tomar decisiones que orienten o reorienten el desarrollo alcanzado, y también en el ámbito de la educación, ya que a través de la mediación educativa, los ciudadanos pueden adaptar su comportamiento habitual a formas de comportamiento más sostenibles si tienen un referente -indicador- para evaluar sus acciones.
Los indicadores sirven para generar una mayor conciencia de lo que significa trabajar hacia la sosteniblidad a nivel global y a nivel local, a nivel colectivo y a nivel individual, por la coherencia que se puede dar a las actuaciones al interrelacionar ambos ámbitos; se seleccionan como elementos representativos de aspectos relevantes que visualizan la sostenibilidad en un contexto y en un tiempo determinado; son por lo tanto, una herramienta útil para la toma de decisiones, para su plasmación en objetivos de desarrollo sostenible y para la puesta en marcha de acciones para alcanzarlo (Almenar, R. 2002); pero hace falta desarrollar y contrastar sistemas de indicadores internacionales standard como un medio de controlar los procesos globales de la sostenibilidad, desde la aplicación de políticas regionales y locales coherentes con los resultados de su aplicación.
Las primeras aplicaciones de indicadores son las que establecen la base desde la cual poder evidenciar el progreso conseguido. Visualizar “donde estamos” y “hacia donde vamos” es importante para comprender cómo de sostenible es nuestro mundo. De ahí la importancia de la comunicación de los resultados de la aplicación de indicadores a través de los medios de comunicación o de audiciones publicas. Los índices de sostenibilidad muestran los aspectos positivos y negativos de las políticas aplicadas, y por tanto, representan una buena base para el desarrollo, análisis, ajustes y mejora de las políticas a aplicar. La comunicación pública de tales índices genera un mayor conocimiento sobre los aspectos del desarrollo que se requiere mejorar para reconducirlo hacia mayores niveles de sosteniblidad.
¿Una utopía? En cualquier caso una redefinición del concepto de desarrollo orientador de acciones políticas, sociales -educativas- y personales. Porque el cambio que requiere la búsqueda de soluciones a los problemas generados implica a la propia forma y estilo de vida de todos los habitantes del planeta; e implica a la educación por su influencia en el replanteamiento sobre la forma en que los seres humanos nos relacionamos con el mundo que nos rodea. Nuestras actitudes respecto al entorno y la forma en que desarrollamos nuestras relaciones entre grupos sociales y países son el resultado de unas preconcepciones que se explicitan en valores y criterios que aplicamos al actuar. La educación no puede quedar al margen de este centro de reflexión; la propia concepción de la escuela como motor de cambio social, subyacente en las propuestas ministeriales, obliga a redimensionar su papel en relación a los problemas involucrados en el desarrollo sostenible de la comunidad en la que esta ubicada, y a desarrollar acciones educativas para fomentar los valores de la sostenibilidad, la creación y/o modificación de actitudes que los desarrollen y la permanente actualización de comportamientos que los apliquen.

Educacion Ambiental

                                                                Educacion Ambiental

Proceso continuo y permanente, que constituye una dimensión de la educación integral de todos los ciudadanos, orientada a que en la adquisición de conocimientos, en el desarrollo de hábitos, habilidades, capacidades y actitudes, y en la formación de valores, se armonicen las relaciones entre los seres humanos y de ellos con el resto de la sociedad y la naturaleza, para propiciar la orientación de los procesos económicos, sociales y culturales hacia el desarrollo sostenible.
Uno de los aspectos fundamentales de esta educación ambiental
consiste en reafirmar el sentido de pertenencia e identidad del ciudadano respecto al espacio geográfico donde se desenvuelve; lo anterior favorecerá la formación y práctica de valores, la modificación de conductas y la creación de un respeto al medio natural y sociocultural.
la educación ambiental: es definida como “el proceso que consiste en reconocer valores y aclarar conceptos con objeto de fomentar y formar actitudes y aptitudes necesarias para comprender y apreciar las interrelaciones entre el hombre, su cultura y su medio biofísico. La educación ambiental también entraña en la práctica la toma de decisiones y la propia elaboración de un código de comportamiento respecto a las cuestiones relacionadas con la calidad del ambiente”.
Sólo mediante cambios significativos en las actitudes personales y en general en la comunidad se lograrán mejorar las conductas negativas hacia la naturaleza, elemento básico para alcanzar el desarrollo sustentable. Esto implica tener conciencia de la relación con el ambiente y el impacto que una decisión inadecuada tiene sobre el medio.
‘También el desarrollo sostenible intenta reducir o anular los impactos ambientales con la aplicación de los adelantos científicos y tecnológicos en los procesos naturales. Es responsabilidad nuestra conocer las leyes de la naturaleza para aprender a respetar la vida, y dejar de ser simples “utilizadores” para convertirnos en “administradores” del recurso natural.’
Objetivos de la educación ambiental.
Lograr que tanto los individuos como las comunidades comprendan la complejidad del ambiente natural y el creado por el hombre –resultado este último de la interacción de los factores biológicos, físico-químicos, sociales, económicos y culturales- para que adquieran los conocimientos, valores, actitudes y habilidades prácticas que les permitan participar de manera responsable y efectiva en la previsión y resolución de los problemas ambientales.
Mostrar claramente la interdependencia económica, política y ecológica del mundo moderno, debido a la cual las decisiones y las acciones de diferentes países pueden tener repercusiones internacionales. Desde esta perspectiva, la educación ambiental contribuirá a desarrollar el sentido de responsabilidad y solidaridad entre países y regiones, como base de un nuevo orden internacional, para garantizar la conservación y el mejoramiento del ambiente.
EDUCACIÓN AMBIENTAL
Proceso continuo y permanente, que constituye una dimensión de la educación integral de todos los ciudadanos, orientada a que en la adquisición de conocimientos, en el desarrollo de hábitos, habilidades, capacidades y actitudes, y en la formación de valores, se armonicen las relaciones entre los seres humanos y de ellos con el resto de la sociedad y la naturaleza, para propiciar la orientación de los procesos económicos, sociales y culturales hacia el desarrollo sostenible.
Uno de los aspectos fundamentales de esta educación ambiental consiste en reafirmar el sentido de pertenencia e identidad del ciudadano respecto al espacio geográfico donde se desenvuelve; lo anterior favorecerá la formación y práctica de valores, la modificación de conductas y la creación de un respeto al medio natural y sociocultural.
¿Puede definirse la educación ambiental?
Sí; muchos autores, agencias y organizaciones han ofrecido varias definiciones. Sin embargo, no existe consenso universal sobre alguna de ellas.
Defino EA como:
Un proceso que incluye un esfuerzo planificado para comunicar información y/o suministrar instrucción basado en los más recientes y válidos datos científicos al igual que en el sentimiento público prevaleciente diseñado para apoyar el desarrollo de actitudes, opiniones y creencias que apoyen a su vez la adopción sostenida de conductas que guían tanto a los individuos como a grupos para que vivan sus vidas, crezcan sus cultivos, fabriquen sus productos, compren sus bienes materiales, desarrollen tecnológicamente, etc
• de manera que minimizen lo más que sea posible la degradación del paisaje original o las características geológicas de una región, la contaminación del aire, agua o suelo, y las amenazas a la supervivencia de otras especies de plantas y animales.
En otras palabras, la EA es educación sobre cómo continuar el desarrollo al mismo tiempo que se protege, preserva y conserva los sistemas de soporte vital del planeta. Esta es la idea detrás del concepto de desarrollo sostenible.
Parecería curioso que tengamos que enseñar como desarrollar. Pero hay razones para creer que algunas personas no comprenden el impacto que muchos comportamientos humanos han tenido y están teniendo sobre el ambiente.
¿Cuáles son los componentes de la educación ambiental?
Se puede pensar que la educación ambiental consiste de cuatro niveles diferentes.
El primer nivel es:
I. fundamentos ecológicos
Este nivel incluye la instrucción sobre ecología básica, ciencia de los sistemas de la Tierra, geología, meteorología, geografía física, botánica, biología, química, física, etc. El propósito de este nivel de instrucción es dar al alumno informaciones sobre los sistemas terrestres de soporte vital. Estos sistemas de soporte vital son como las reglas de un juego. Suponga que Ud. desea aprender a jugar un juego. Una de las primeras tareas que necesita hacer es aprender las reglas del juego. En muchos aspectos, la vida es un juego que estamos jugando. Los científicos han descubierto muchas reglas ecológicas de la vida pero, con frecuencia, se descubren nuevas reglas. Por desgracia, muchas personas no comprenden muchas de estas reglas ecológicas de la vida. Muchas conductas humanas y decisiones de desarrollo parecen violar a muchas de ellas. Una razón importante por la cual se creó el campo conocido como educación ambiental es la percepción de que las sociedades humanas se estaban desarrollando de maneras que rompían las reglas. Se pensó que si a la gente se le pudiera enseñar las reglas, entonces ellas jugarían el juego por las reglas.
El segundo nivel de la EA incluye:
II. concienciación conceptual
De cómo las acciones individuales y de grupo pueden influenciar la relación entre calidad de vida humana y la condición del ambiente. Es decir, no es suficiente que uno comprenda los sistemas de soporte vital (reglas) del planeta; también uno debe comprender cómo las acciones humanas afectan las reglas y cómo el conocimiento de estas reglas pueden ayudar a guiar las conductas humanas.
El tercer componente de la EA es:
III. la investigación y evaluación de problemas
Esto implica aprender a investigar y evaluar problemas ambientales. Debido a que hay demasiados casos de personas que han interpretado de forma incorrecta o sin exactitud asuntos ambientales, muchas personas se encuentran confundidas acerca de cual es el comportamiento más responsable ambientalmente. Por ejemplo, ¿es mejor para el ambiente usar pañales de tela que pañales desechables? ¿Es mejor hacer que sus compras la pongan en un bolsa de papel o en una plástica? La recuperación energética de recursos desechados, ¿es ambientalmente responsable o no? Muy pocas veces las respuestas a tales preguntas son sencillas. La mayoría de las veces, las circunstancias y condiciones específicas complican las respuestas a tales preguntas y solamente pueden comprenderse luego de considerar cuidadosamente muchas informaciones.
El componente final de la EA es:
IV. la capacidad de acción
Este componente enfatiza el dotar al alumno con las habilidades necesarias para participar productivamente en la solución de problemas ambientales presentes y la prevención de problemas ambientales futuros. También se encarga de ayudar a los alumnos a que comprendan que, frecuentemente, no existe una persona, agencia u organización responsable de los problemas ambientales.
Los problemas ambientales son frecuentemente causados por las sociedades humanas, las cuales son colectividades de individuos. Por lo tanto, los individuos resultan ser las causas primarias de muchos problemas, y la solución a los problemas probablemente será el individuo (actuando colectivamente).
El propósito de la EA es dotar los individuos con:
1. el conocimiento necesario para comprender los problemas ambientales;
2. las oportunidades para desarrollar las habilidades necesarias para investigar y evaluar la información disponible sobre los problemas;
3. las oportunidades para desarrollar las capacidades necesarias para ser activo e involucrarse en la resolución de problemas presentes y la prevención de problemas futuros; y, lo que quizás sea más importante,
4. las oportunidades para desarrollar las habilidades para enseñar a otros a que hagan lo mismo.
En una palabra, la educación ambiental es sobre oportunidades.
Existen varios documentos en los cuales se han venido trabajando el proceso de la Educación Ambiental, entre los mas destacados se encuentran:
La Carta de Belgrado (22 de octubre de 1975)
La Declaración de Estocolmo (16 de junio de 1972)
La Declaración de Salónica (12 de diciembre de 1997)
La Declaración de Talloires
La Declaración de Tbilisi (26 de octubre de 1977)
II Congreso Iberoamericano de Educación Ambiental (Junio de 1997)
La Declaración de Comodoro Rivadavia (4 de noviembre de 2000)
‘Redes Educación Ambiental y Desarrollo Sustentable
El desarrollo es un proceso que esta estrechamente relacionado con el cambio ambiental; no puede examinarse desde un punto de vista exclusivamente económico, sino también en relación con aspectos ecológicos, sociales y culturales. Cualquier concepción de desarrollo cuyas propuestas orienten la actividad económica y social hacia unos determinados objetivos ignorando el contexto ambiental del sistema social, lleva a corto o medio plazo a un proceso de deterioro del medio natural que incluso puede frustrar el logro de los objetivos socio-económicos. Las consideraciones de orden ambiental no pueden ser ignoradas a menos que el desarrollo se vea comprometido.
Pero también una concepción estrictamente ecologista o ambientalista, que haga abstracción del sistema social, de sus conflictos, desigualdades y equilibrios, ocasiona un deterioro del medio ambiente, al no considerar los factores causales de orden social y económico que dan origen al desarrollo y al aplicar criterios de racionalidad ecológica ajenos a veces a los objetivos sociales.
El desarrollo sostenible es un concepto dinámico que requiere un conjunto de procesos de cambio en las relaciones entre los sistemas y procesos sociales, económicos y naturales propiciadores de una confluencia equilibradamente integrada entre el crecimiento económico, el progreso social, y el respeto por la diversidad biológica (Goodland, 1997), y la diversidad cultural.
En los comienzos de este nuevo siglo parece que hay un amplio acuerdo en considerar que el desarrollo de una sociedad puede ser sostenible cuando pueda conservar los sistemas que hacen posible la vida y la biodiversidad, cuando pueda asegurar que el uso de los recursos renovables es menor que la capacidad del medio ambiente para renovarlos, cuando pueda minimizar la destrucción de los recursos no renovables y disponga de tecnología para sustituirlos; cuando pueda mantener la capacidad de transporte de los ecosistemas, y cuando pueda propiciar un equilibrio económico capaz de asegurar la justicia social
EDUCACIÓN AMBIENTAL
Proceso continuo y permanente, que constituye una dimensión de la educación integral de todos los ciudadanos, orientada a que en la adquisición de conocimientos, en el desarrollo de hábitos, habilidades, capacidades y actitudes, y en la formación de valores, se armonicen las relaciones entre los seres humanos y de ellos con el resto de la sociedad y la naturaleza, para propiciar la orientación de los procesos económicos, sociales y culturales hacia el desarrollo sostenible.
Uno de los aspectos fundamentales de esta educación ambiental consiste en reafirmar el sentido de pertenencia e identidad del ciudadano respecto al espacio geográfico donde se desenvuelve; lo anterior favorecerá la formación y práctica de valores, la modificación de conductas y la creación de un respeto al medio natural y sociocultural.
¿Puede definirse la educación ambiental?
Sí; muchos autores, agencias y organizaciones han ofrecido varias definiciones. Sin embargo, no existe consenso universal sobre alguna de ellas. Defino EA como:
Un proceso que incluye un esfuerzo planificado para comunicar información y/o suministrar instrucción basado en los más recientes y válidos datos científicos al igual que en el sentimiento público prevaleciente diseñado para apoyar el desarrollo de actitudes, opiniones y creencias que apoyen a su vez la adopción sostenida de conductas que guían tanto a los individuos como a grupos para que vivan sus vidas, crezcan sus cultivos, fabriquen sus productos, compren sus bienes materiales, desarrollen tecnológicamente, etc de manera que minimizen lo más que sea posible la degradación del paisaje original o las características geológicas de una región, la contaminación del aire, agua o suelo, y las amenazas a la supervivencia de otras especies de plantas y animales.
En otras palabras, la EA es educación sobre cómo continuar el desarrollo al mismo tiempo que se protege, preserva y conserva los sistemas de soporte vital del planeta. Esta es la idea detrás del concepto de desarrollo sostenible.
Parecería curioso que tengamos que enseñar como desarrollar. Pero hay razones para creer que algunas personas no comprenden el impacto que muchos comportamientos humanos han tenido y están teniendo sobre el ambiente.
¿Cuáles son los componentes de la educación ambiental?
Se puede pensar que la educación ambiental consiste de cuatro niveles diferentes.
El primer nivel es:
I. fundamentos ecológicos
Este nivel incluye la instrucción sobre ecología básica, ciencia de los sistemas de la Tierra, geología, meteorología, geografía física, botánica, biología, química, física, etc. El propósito de este nivel de instrucción es dar al alumno informaciones sobre los sistemas terrestres de soporte vital. Estos sistemas de soporte vital son como las reglas de un juego. Suponga que Ud. desea aprender a jugar un juego. Una de las primeras tareas que necesita hacer es aprender las reglas del juego. En muchos aspectos, la vida es un juego que estamos jugando. Los científicos han descubierto muchas reglas ecológicas de la vida pero, con frecuencia, se descubren nuevas reglas. Por desgracia, muchas personas no comprenden muchas de estas reglas ecológicas de la vida. Muchas conductas humanas y decisiones de desarrollo parecen violar a muchas de ellas. Una razón importante por la cual se creó el campo conocido como educación ambiental es la percepción de que las sociedades humanas se estaban desarrollando de maneras que rompían las reglas. Se pensó que si a la gente se le pudiera enseñar las reglas, entonces ellas jugarían el juego por las reglas.
El segundo nivel de la EA incluye:
II. concienciación conceptual
De cómo las acciones individuales y de grupo pueden influenciar la relación entre calidad de vida humana y la condición del ambiente. Es decir, no es suficiente que uno comprenda los sistemas de soporte vital (reglas) del planeta; también uno debe comprender cómo las acciones humanas afectan las reglas y cómo el conocimiento de estas reglas pueden ayudar a guiar las conductas humanas.
El tercer componente de la EA es:
III. la investigación y evaluación de problemas
Esto implica aprender a investigar y evaluar problemas ambientales. Debido a que hay demasiados casos de personas que han interpretado de forma incorrecta o sin exactitud asuntos ambientales, muchas personas se encuentran confundidas acerca de cual es el comportamiento más responsable ambientalmente. Por ejemplo, ¿es mejor para el ambiente usar pañales de tela que pañales desechables? ¿Es mejor hacer que sus compras la pongan en un bolsa de papel o en una plástica? La recuperación energética de recursos desechados, ¿es ambientalmente responsable o no? Muy pocas veces las respuestas a tales preguntas son sencillas. La mayoría de las veces, las circunstancias y condiciones específicas complican las respuestas a tales preguntas y solamente pueden comprenderse luego de considerar cuidadosamente muchas informaciones.
El componente final de la EA es:
IV. la capacidad de acción
Este componente enfatiza el dotar al alumno con las habilidades necesarias para participar productivamente en la solución de problemas ambientales presentes y la prevención de problemas ambientales futuros. También se encarga de ayudar a los alumnos a que comprendan que, frecuentemente, no existe una persona, agencia u organización responsable de los problemas ambientales.
Los problemas ambientales son frecuentemente causados por las sociedades humanas, las cuales son colectividades de individuos. Por lo tanto, los individuos resultan ser las causas primarias de muchos problemas, y la solución a los problemas probablemente será el individuo (actuando colectivamente).
El propósito de la EA es dotar los individuos con:
1.el conocimiento necesario para comprender los problemas ambientales;
2.las oportunidades para desarrollar las habilidades necesarias para investigar y evaluar la información disponible sobre los problemas;
3.las oportunidades para desarrollar las capacidades necesarias para ser activo e involucrarse en la resolución de problemas presentes y la prevención de problemas futuros; y, lo que quizás sea más importante,
4.las oportunidades para desarrollar las habilidades para enseñar a otros a que hagan lo mismo.
En una palabra, la educación ambiental es sobre oportunidades.
Existen varios documentos en los cuales se han venido trabajando el proceso de la Educación Ambiental, entre los mas destacados se encuentran:
La Carta de Belgrado (22 de octubre de 1975)
La Declaración de Estocolmo (16 de junio de 1972)
La Declaración de Salónica (12 de diciembre de 1997)
La Declaración de Talloires
La Declaración de Tbilisi (26 de octubre de 1977)
II Congreso Iberoamericano de Educación Ambiental (Junio de 1997)
La Declaración de Comodoro Rivadavia (4 de noviembre de 2000)
Redes Educación Ambiental y Desarrollo Sustentable
El desarrollo es un proceso que esta estrechamente relacionado con el cambio ambiental; no puede examinarse desde un punto de vista exclusivamente económico, sino también en relación con aspectos ecológicos, sociales y culturales. Cualquier concepción de desarrollo cuyas propuestas orienten la actividad económica y social hacia unos determinados objetivos ignorando el contexto ambiental del sistema social, lleva a corto o medio plazo a un proceso de deterioro del medio natural que incluso puede frustrar el logro de los objetivos socio-económicos. Las consideraciones de orden ambiental no pueden ser ignoradas a menos que el desarrollo se vea comprometido.
Pero también una concepción estrictamente ecologista o ambientalista, que haga abstracción del sistema social, de sus conflictos, desigualdades y equilibrios, ocasiona un deterioro del medio ambiente, al no considerar los factores causales de orden social y económico que dan origen al desarrollo y al aplicar criterios de racionalidad ecológica ajenos a veces a los objetivos sociales.
El desarrollo sostenible es un concepto dinámico que requiere un conjunto de procesos de cambio en las relaciones entre los sistemas y procesos sociales, económicos y naturales propiciadores de una confluencia equilibradamente integrada entre el crecimiento económico, el progreso social, y el respeto por la diversidad biológica (Goodland, 1997), y la diversidad cultural.
En los comienzos de este nuevo siglo parece que hay un amplio acuerdo en considerar que el desarrollo de una sociedad puede ser sostenible cuando pueda conservar los sistemas que hacen posible la vida y la biodiversidad, cuando pueda asegurar que el uso de los recursos renovables es menor que la capacidad del medio ambiente para renovarlos, cuando pueda minimizar la destrucción de los recursos no renovables y disponga de tecnología para sustituirlos; cuando pueda mantener la capacidad de transporte de los ecosistemas, y cuando pueda propiciar un equilibrio económico capaz de asegurar la justicia social